Después de 23 años de matrimonio, tomé un breve descanso de la limpieza y miré mi reflejo en el espejo por alguna razón desconocida

Jack y Mary llevaban 23 años casados, tenían cuatro hijos y sus vidas se habían vuelto rutinarias. María a menudo soñaba con una cita, pero cuando se miraba al espejo se entristecía al ver cuánto había cambiado. Una noche, ella le preguntó a Jack si podían salir juntos, pero él se negó, diciendo que ella se veía horrible y que estaba avergonzado de ella.

Con el corazón roto, María permaneció en silencio. Luego Jack visitó a su amigo Samuel, quien se estaba preparando para una cita con su esposa. La esposa de Samuel estaba radiante y Jack estaba impresionado por su felicidad. Samuel preguntó cuándo fue la última vez que Jack había llevado a Mary, y Jack se dio cuenta de que habían pasado años.

Samuel explicó que hacía que cada día fuera especial para su esposa y le demostraba su amor y aprecio diariamente. Jack tomó el consejo en serio y regresó a casa con un regalo para Mary, disculpándose por sus palabras anteriores. Él la invitó a salir y ella aceptó felizmente.

Al día siguiente, Marie estaba hermosa y salieron a reavivar su conexión. A partir de entonces, ambos trabajaron en su relación y hicieron que cada día fuera especial, lo que trajo alegría a su familia. ¿La lección? No esperes una ocasión especial para demostrar tu amor. Cada día puede ser inolvidable si nos esforzamos.