El atractivo de los edificios antiguos se extiende más allá de su arquitectura: contienen ricas narrativas históricas. Aunque la frase “Si estas paredes pudieran hablar” pueda parecer trillada, despierta curiosidad sobre las vidas e historias incrustadas dentro de sus muros destartalados. Cuando era niño, me cautivó la casa solariega del siglo XVIII de mis abuelos, una casa que había cambiado de dueño varias veces a lo largo de los años.
Contemplar la vida de quienes vivieron allí en el siglo XIX e imaginar el territorio antes de su desarrollo siempre me ha intrigado. Es sorprendente cuántas personas desconocen la historia oculta de su propio hogar. Simon Marks de Luton, Inglaterra, tuvo una experiencia similar cuando inesperadamente descubrió un secreto histórico justo afuera de su jardín delantero.
Hace varios años, Simon hizo un descubrimiento sorprendente debajo de su propiedad: un refugio antiaéreo de dos habitaciones que data de la Segunda Guerra Mundial. El descubrimiento se produjo cuando Simon accidentalmente chocó contra lo que parecía ser un macizo de flores, solo para descubrir que su vehículo había caído en una estructura oculta. “Se creó un gran agujero. Pensé que era un socavón o un jardín mal cuidado”, declaró Simon, de 37 años, a The Sun.
Temiendo que toda la casa se derrumbara en el agujero, Simon decidió investigar más a fondo. Al observar más de cerca, notó una escalera y, usando un palo de selfie, se dio cuenta de que había descubierto un refugio antiaéreo de la Segunda Guerra Mundial. Cuando su padre vio las imágenes, inmediatamente identificó el refugio y le explicó su valor histórico.
Cuando Simon compró la casa a una pareja de ancianos que la había construido en la década de 1970, sospechó que los propietarios anteriores sabían de la existencia del refugio. “El dueño anterior seguramente sabía que estaba allí, y cuando construyó la casa y plantó un jardín, probablemente lo rellenó”, pensó Simon. Sin dejarse intimidar por este descubrimiento inesperado, Simon se apasionó por preservar y restaurar el refugio, reconociéndolo como una pieza fascinante de la historia.
Decididos a desenterrar toda la estructura, Simon y su padre comenzaron a cavar con cuidado, utilizando baldes para remover la tierra. Sus esfuerzos por descubrir el refugio de dos habitaciones, documentados en un vídeo, resaltan los tesoros históricos inesperados que pueden ocultarse bajo nuestro entorno cotidiano.