A pesar de una actitud cada vez más positiva hacia el propio cuerpo, los trastornos alimentarios aún afectan muchas vidas. Annie Windley, una joven de 21 años de Derbyshire, luchó contra la anorexia durante más de cinco años. En ocasiones, llegó a pesar tan solo 29 kg y corría el riesgo de sufrir un infarto.
Annie fue hospitalizada varias veces y le costó recuperarse. Pero en 2017, algo cambió: esta vez, luchó por sí misma. Gracias a su resiliencia y a su pasión por correr, recuperó las fuerzas y ganó 18 kilos en cuatro meses.
Annie ve la vida de otra manera ahora. Valora la amabilidad y la conexión más que el peso y la adicción a la comida. Correr jugó un papel importante en su recuperación y la ayudó a centrarse en lo que su cuerpo podía hacer en lugar de en su apariencia. Su participación en la Media Maratón de Chesterfield se convirtió en un símbolo de su triunfo.
¿Tu consejo? «Recuperarse no es fácil, pero vale la pena. No dejes que la anorexia te robe la felicidad». Annie ahora vive su vida con gratitud, demostrando que el cambio siempre es posible.