En el mundo de la vida silvestre, pocas imágenes evocan tanto asombro y deleite como el pudú, la especie de ciervo más pequeña que existe. Con tan solo 40 cm de altura y un peso de entre 3 y 10 kg, el pudú parece una versión en miniatura de su primo más grande, pero con un instinto de supervivencia igualmente fuerte.
Se conocen dos especies de pudú: el del sur (Pudú puda) y el del norte (Pudú mephistophiles). Estos tímidos mamíferos viven en los densos bosques de Chile, Argentina, Perú y Colombia, donde se esconden hábilmente entre las hojas y la vegetación baja. Debido a su tamaño y naturaleza solitaria, son difíciles de avistar en libertad, y aún más difíciles de capturar momentos tan conmovedores como los que vemos en la foto.
La imagen muestra un cachorro en un área protegida: tan pequeño que cabe en un transportín para gatos, pero con una mirada llena de naturaleza salvaje y elegancia natural.
El pudú es otro recordatorio de la diversidad de la naturaleza y de la cantidad de criaturas inusuales que comparten el planeta con nosotros. Desafortunadamente, ambas especies son vulnerables y están en peligro de extinción, por lo que su protección es una prioridad para zoólogos y organizaciones conservacionistas.
En un mundo en constante cambio, el pudú sigue siendo un símbolo de la silenciosa maravilla que aún se puede encontrar si observamos con atención.