En el corazón de Crossville, Tennessee, se encontraba una monumental casa en el árbol que alguna vez cautivó la imaginación de visitantes de todo el mundo.
Conocida como la “Casa del Árbol del Ministro”, es obra de Horace Burgess, quien afirmaba que la inspiración divina lo guió para hacer realidad su ambicioso sueño. Lo que comenzó en 1993 se ha convertido en un impresionante testimonio de creatividad y fe, con diez pisos construidos sobre el sólido soporte de seis imponentes robles.
Con una extensión increíble de 3.000 metros cuadrados, esta enorme estructura de madera fue una maravilla de la ingeniería y el diseño. Sorprendentemente, a pesar de su tamaño y grandiosidad, Burgess logró completar el proyecto con solo $12,000 y el compromiso de utilizar aproximadamente 250,000 clavos durante 14 años.
Entonces, ¿qué tipo de persona se encargaría de construir un proyecto de tal magnitud? No por locura, pero Horace Burgess creyó que Dios le había encargado construir esta colosal casa en el árbol, con la seguridad de un suministro inagotable de madera para hacerlo.
El interior de la casa del árbol combina funcionalidad y simbolismo espiritual. Una sala central servía a la vez de santuario de oración y de cancha de baloncesto. Un ático en el décimo piso albergaba una enorme campana de iglesia de media tonelada, que añadía un toque único de grandeza. El edificio incluso incluía 80 habitaciones, entre ellas aulas, cocinas, dormitorios y más, todas conectadas por una escalera de caracol y un porche envolvente que se extendía a lo largo de cinco pisos.
La casa del árbol se ha convertido en un lugar favorito para los visitantes curiosos que vienen a maravillarse con su imponente estructura y diseño único. Sin embargo, las preocupaciones de seguridad finalmente tomaron el control. En 2012, la casa del árbol fue cerrada después de que las autoridades locales alertaran sobre los riesgos de incendio. Estructuras de madera como ésta representaban un riesgo importante en caso de incendio y los bomberos estaban cada vez más preocupados por un posible desastre.
Desgraciadamente, estos temores se hicieron realidad en cuestión de minutos. Un incendio devastador destruyó la casa del árbol en menos de media hora. La icónica estructura, que alguna vez medía 97 pies de altura, fue quemada hasta los cimientos.
La Cabaña del Ministro, construida según la visión de expresión espiritual y creativa de Horace Burgess, se ha convertido en un símbolo tanto de asombro como de precaución. Entre sus paredes había una Biblia tallada a mano, una cruz enorme y bancos que encarnaban la atmósfera espiritual que buscaba crear. Incluso el suelo debajo de la cabaña tenía la palabra “JESÚS” grabada en la hierba para dar testimonio de su significado religioso.
Aunque la casa del árbol ya no está en pie, aún quedan recuerdos de su belleza y ambición. Para aquellos que alguna vez se sintieron inspirados por su escala y propósito, la Cabaña del Ministro continúa siendo un símbolo memorable de una visión extraordinaria moldeada por la fe, la creatividad y un toque de inspiración divina.
Comparta la historia de esta extraordinaria casa en el árbol con sus amigos y familiares: la historia de una visión que surgió de la tierra, tocó el cielo y finalmente regresó a la tierra donde nació.